La luz de la tarde me trae recuerdos de momentos futuros.
Quizás un sol tardío entrando por las ventanas de un piso sevillano, una mesa de estudio, el olor del azahar inundando los sentidos.
Quizás la luz crepuscular iluminado una cama deshecha, con el runrún del ventilador aliviando el dulce sofoco del amor en Sevilla.
Quizás el sol anaranjado chocando contra las baldosas de la calle Tetúan, que bulle de vida e historias, mientras se anuncia la primavera.
Quizás un sol tardío entrando por las ventanas de un piso sevillano, una mesa de estudio, el olor del azahar inundando los sentidos.
Quizás la luz crepuscular iluminado una cama deshecha, con el runrún del ventilador aliviando el dulce sofoco del amor en Sevilla.
Quizás el sol anaranjado chocando contra las baldosas de la calle Tetúan, que bulle de vida e historias, mientras se anuncia la primavera.
Ese vestido ligero, esa sonrisa en los labios, esa libertad a bocanadas, ese amor sin barreras ni permisos ni horarios, ese caudal de personas y conversaciones, esa mirada conocida que pronto se despertará a mi lado.
Y yo, como una hoja en blanco dispuesta a ser escrita, en una existencia nívea que no ha hecho más que comenzar.
Y yo, como una hoja en blanco dispuesta a ser escrita, en una existencia nívea que no ha hecho más que comenzar.
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¿Cómo puedes hacer que una foto desde dentro del metro se vea artística? Jajajaj
ResponderEliminarMe quedo con la primera (me encanta el contraste del blanco y del negro con el naranja), y con la de los taconcitos, que son muy tiernos :3
Un beso guapa!
Ya sabes: me encantas tú, tus fotos y "los pájaros que tienes en la cabeza" jajaj
Muchas gracias Estefi!
EliminarTu blog sí que es increíble, eres una blogger en toda regla, y de lo mejor que hay en el mundo: literatura! Tienes una seguidora más ganada, eso te lo aseguro.
Y tú también me encantas a mí, guapísima <3